En invierno, varias enfermedades virales tienden a ser más comunes debido a factores como el clima frío, la mayor proximidad entre las personas en espacios cerrados y la disminución de la humedad. Por eso, es habitual que en estos meses enfermemos, sobre todo los niños ya que su sistema inmunológico es más débil. ¿Cuáles son estos virus?
Los virus más frecuentes en invierno
1- Influenza (gripe)
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por virus de la influenza que infecta la nariz, la garganta y los pulmones. Se propaga fácilmente de persona a persona a través de las gotitas respiratorias producidas al toser o estornudar.
Los niños y las personas mayores de 65 años son los que más riesgo tienen de sufrir complicaciones por la gripe, por eso se recomienda su vacunación cada año antes de la temporada de gripe (al llegar el invierno).
Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, fiebre, malestar general y dolores musculares y articulares generalizados. También pueden aparecer síntomas respiratorios como tos, dolor de garganta y, ocasionalmente, digestivos, como dolor abdominal, náuseas o diarrea.
Los síntomas suelen mejorar en 72 horas y, al estar causado por un virus, no se deben dar antibióticos. Las medidas son aquellas que sirven para aliviar los síntomas, como reposo, antitérmicos y paracetamol para el dolor y la fiebre, beber mucha agua, etc.
2- Rinovirus
Estos virus son la causa más común de los resfriados. Pueden provocar síntomas como congestión nasal, estornudos, dolor de garganta y tos.
Para tratar este virus se debe beber mucha agua, tomar paracetamol si duele mucho algo y seguir remedios caseros como beber leche tibia con miel, hacer lavados nasales, tomar caldos calientes, etc.
3- Virus respiratorio sincitial (VRS)
Es una causa importante de infecciones respiratorias, especialmente en niños pequeños. Puede provocar síntomas similares a los del resfriado, como congestión nasal, tos, estornudos y fiebre leve, pero en casos más graves, puede causar infecciones del tracto respiratorio inferior, como la bronquiolitis y la neumonía.
La bronquiolitis es una inflamación de las vías respiratorias más pequeñas en los pulmones, lo que puede causar dificultad para respirar y sibilancias.
El VRS se propaga principalmente a través de las gotas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda. También puede vivir en superficies durante varias horas, por lo que el contacto con objetos contaminados puede contribuir a la propagación del virus.
La temporada del VRS suele ocurrir durante los meses de otoño e invierno, y la infección por este virus es muy común durante la infancia. Aunque la mayoría de las infecciones son leves, en algunos casos, especialmente en bebés prematuros o con condiciones médicas subyacentes, la infección por VRS puede requerir hospitalización.
No existe un tratamiento específico para las infecciones por VRS, y el manejo suele centrarse en aliviar los síntomas. En casos más graves, especialmente en niños pequeños, puede ser necesario el ingreso hospitalario para recibir apoyo respiratorio y otros cuidados.
4- Adenovirus
Estos virus pueden causar una variedad de enfermedades, incluyendo infecciones respiratorias, oculares y gastrointestinales. Se propagan principalmente a través del contacto directo con una persona infectada.
Los adenovirus son conocidos por causar infecciones respiratorias, que pueden variar desde resfriados comunes hasta infecciones más graves como la neumonía. Los síntomas típicos incluyen congestión nasal, tos, fiebre y dolor de garganta.
Algunos adenovirus pueden causar conjuntivitis y puede presentar síntomas como ojos rojos, picazón y secreción.
Los adenovirus también pueden causar infecciones gastrointestinales, que pueden provocar síntomas como diarrea, dolor abdominal y vómitos.
En algunos casos, los adenovirus pueden causar infecciones del tracto urinario.
No hay un tratamiento específico para las infecciones por adenovirus, y en muchos casos, el manejo se centra en aliviar los síntomas. Sin embargo, en casos más graves o en personas con sistemas inmunológicos comprometidos, puede ser necesario un tratamiento más intensivo.
5- Coronavirus
Otros tipos de coronavirus, aparte del SARS-CoV-2 que causa la COVID-19, pueden causar infecciones respiratorias leves a moderadas.
Estos virus pueden variar desde causar infecciones leves del tracto respiratorio superior hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS).
El virus se propaga principalmente a través de las gotas respiratorias generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También es posible la transmisión por contacto con superficies contaminadas y posterior contacto con la cara.
Si hablamos d4el COVID-19, Los síntomas comunes incluyen fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga y otros síntomas similares a los de la gripe. Sin embargo, algunas personas pueden ser asintomáticas o presentar síntomas leves.
Como en el resto de virus, no hay un tratamiento específico, por lo que lo mejor siempre es mantener un sistema inmunitario fuerte.
¿Cómo podemos evitar estos virus?
1- Lávate bien las manos, sobre todo antes de comer, después de ir al baño y al llegar a casa.
2- Bebe mucha agua y mantente bien hidratado.
3- Evita los lugares muy concurridos y cerrados.
4- Evita el contacto con personas enfermas.
5- Sigue una dieta saludable rica en frutas, verduras y alimentos con muchas vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunitario.
6- Vacúnate en aquellos casos en los que sea posible.
7- Usa un pañuelo desechable al estornudar, toser o sonarte.
8- Para fortalecer el sistema inmunológico se puede recurrir a suplementos con lactoferrina, lactoperoxidasa, zinc y vitamina D3.
Fuentes:
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia: https://www.semg.es/index.php/component/k2/item/729-invierno-enfermedad