La lactoperoxidasa, una enzima presente en el calostro y la leche materna, tiene diversas funciones biológicas como propiedades antibacterianas, actividad antiviral, actividad antioxidativa… que puede ayudarnos a proteger nuestro organismo de los microorganismos dañinos.
¿Qué es la lactoperoxidasa?
La lactoperoxidasa es una enzima que se encuentra principalmente en la leche de mamíferos, incluidos los seres humanos y el calostro materno.
Es parte del sistema de lactoperoxidasa, que juega un papel crucial en las defensas naturales del organismo contra las infecciones bacterianas y virales.
El sistema de lactoperoxidasa es especialmente importante en la leche cruda, donde actúa como un conservante natural, inhibiendo el crecimiento de microorganismos patógenos y, por lo tanto, ayudando a prolongar su frescura. Debido a estas propiedades, el sistema de lactoperoxidasa se ha utilizado en la conservación de alimentos y en la industria láctea.
En los últimos años, debido a su efectividad contra una amplia gama de microorganismos, hay un interés creciente en el uso de la lactoperoxidasa en aplicaciones farmacéuticas y de cuidado personal, como en pastas dentales y enjuagues bucales, para explotar sus propiedades antimicrobianas.
Propiedades y beneficios para la salud de la lactoperoxidasa
Como decíamos, la lactoperoxidasa es una enzima que cataliza la oxidación de haluros, como el yoduro y el tiocianato, en presencia de peróxido de hidrógeno para formar productos antimicrobianos. Como resultado, contribuye a la capacidad antibacteriana y antimicrobiana de la saliva, la leche y otros fluidos corporales, fortaleciendo el sistema inmunitario.
La lactoperoxidasa también tiene propiedades antioxidantes, por lo que ofrece diferentes usos y beneficios a nuestra salud:
– Combatir el acné: las propiedades antibacterianas de lactoperoxidasa son beneficiosas para eliminar las bacterias que causan acné en la piel. Por eso, forma parte de productos de cosmética y belleza para cuidar la piel.
– Prevenir la caries: la lactoperoxidasa es una de las cuatro enzimas antimicrobianas que se encuentran en la saliva. La saliva de una boca sana tiene un pH entre 6,75 y 7,25, pero la alimentación moderna altera este pH, haciendo que proliferen bacterias que pueden dar lugar a placa y caries y que disminuyan los niveles de lactoperoxidasa de la boca. Por eso, usar enjuagues bucales que reduzcan las bacterias de la boca puede ayudar a aumentar los niveles de lactoperoxidasa y mantener el pH de la boca, evitando la proliferación de bacterias que causan caries, la gingivitis, combatir el mal aliento y mantener una flora oral saludable.
– Fortalecer el sistema inmune: la lactoperoxidasa está presente en la leche materna desde el primer calostro que segrega la mujer para fortalecer el sistema inmune del bebé ya que tiene propiedades antibacterianas y antivíricas que pueden inactivar virus como el VIH de tipo 1, bacterias como la E.coli, Salmonella o Campylobacter u hongos como la candida.
La investigación continúa explorando todas sus aplicaciones y efectos en la salud humana. Los estudios sobre su efectividad y seguridad en diversas aplicaciones siguen siendo fundamentales para comprender completamente su alcance y limitaciones.
¿Tiene efectos secundarios la lactoperoxidasa?
No hay efectos secundarios adversos de productos que contengan lactoperoxidasa en concentraciones normales y su uso es seguro siempre que se sigan las indicaciones del fabricante en los diferentes productos que puede encontrarse o provenga de fuentes naturales. Sin embargo, como con cualquier sustancia, existen circunstancias bajo las cuales la lactoperoxidasa podría tener efectos secundarios o ser motivo de precaución. Por ejemplo, las personas con alergias específicas a componentes de la leche podrían tener una reacción a productos que contienen lactoperoxidasa.
Además, un uso excesivo de productos que la contienen (como algunos enjuagues bucales o pastas dentales) sin el adecuado asesoramiento profesional podría alterar el equilibrio natural de la microbiota oral, por lo que siempre hay que seguir correctamente las instrucciones del médico o fabricante.
Fuentes: