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¿Cómo saber si un niño tiene disbiosis intestinal?

La disbiosis intestinal es un desequilibrio en la composición y función de la microbiota intestinal, es decir, el conjunto de microorganismos que habita en el tracto gastrointestinal. La disbiosis intestinal se ha asociado con diversos problemas de salud, incluyendo trastornos gastrointestinales, enfermedades autoinmunes, alergias, obesidad y otros problemas relacionados con el sistema inmunológico, por lo que es fundamental detectarla y tratarla cuanto antes.

¿Qué es la disbiosis intestinal?

La microbiota o flora intestinal es el conjunto de microorganismos, mayoritariamente bacterias, pero también virus, arqueas… que habitan en el tracto gastroinestinal.

La microbiota cumple muchas funciones importantes para el organismo:

– Ayudar a digerir y descomponer ciertos componentes no digeribles de los alimentos, como la fibra, y producir enzimas que participan en la digestión.

Contribuir a la absorción de nutrientes, incluyendo minerales y vitaminas, facilitando su disponibilidad para el cuerpo.

Sintetizar ciertas vitaminas del grupo B (como la biotina y la vitamina K) y ayudar en su absorción.

Actuar como una barrera contra la colonización de patógenos dañinos, evitando el desarrollo de enfermedades.

Ayudar a desarrollar y regular el sistema inmunológico, promoviendo la tolerancia a sustancias inocuas y la defensa contra patógenos.

Participar en la descomposición de compuestos bioactivos, como los polifenoles de la dieta, que pueden tener efectos beneficiosos para la salud.

Cuando se produce un desequilibrio en la composición y función de la microbiota intestinal, se habla de disbiosis intestinal, es decir, una alteración en la proporción de estos microorganismos, con una disminución de las bacterias beneficiosas y un aumento de las bacterias perjudiciales. Además, la flora intestinal es incapaz de volver a su estado inicial tras una agresión (por ejemplo, después de un tratamiento con antibióticos).

Existen dos tipos de disbiosis intestinal, la que se produce por un sobrecrecimiento de microorganismos patógenos y la que se produce por pérdida de microorganismos benéficos.

Y, dadas todas las funciones beneficiosas que cumple la microbiota, es obvio que esta disbiosis es muy perjudicial para la salud.

¿Qué problemas de salud puede causar la disbiosis?

Entre el 30 y el 40% de los lactantes y niños sufre a lo largo de su vida algún síntoma gastrointestinal crónico o recurrente y, en algunos casos, estos problemas están causados por una disbiosis de la flora intestinal.

Esta disbiosis puede ser transitoria o patológica, es decir, durar unas pocas horas o más tiempo.

Entre los procesos en los que esta alteración de la microbiota es más manifiesta se encuentran el cólico del lactante y el dolor abdominal tipo síndrome de intestino irritable en el niño mayor.

Además de trastornos digestivos puede causar otro tipo de enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, alergias, el cáncer colorrectal e incluso la depresión ya que existe una comunicación directa entre el intestino y el cerebro (el llamado eje-intestino-cerebro) que hace que los problemas de la microbiota afecten a los trastornos mentales y viceversa.

¿Por qué se produce la disbiosis intestinal en bebés y niños?

La causa principal de la disbiosis intestinal es una dieta inadecuada y la ingesta de medicamentos. En cuanto a la dieta, consumir grandes cantidades de azúcares simples y carbohidratos refinados puede favorecer el crecimiento de bacterias patógenas en el intestino, alterando el equilibrio de la microbiota. Una dieta baja en fibra también puede privar a las bacterias beneficiosas de nutrientes esenciales, haciendo que disminuya su número. Los alimentos procesados a menudo contienen aditivos y conservantes que pueden tener un impacto negativo en la microbiota intestinal. Además, estos alimentos suelen carecer de los nutrientes que las bacterias beneficiosas necesitan para prosperar. Por último, una dieta rica en grasas saturadas, especialmente provenientes de fuentes poco saludables, como alimentos fritos y grasas trans, ha sido asociada con cambios en la composición de la microbiota intestinal.

En cuanto a los medicamentos, el uso excesivo e innecesario de antibióticos puede tener un impacto significativo en la microbiota intestinal, eliminando tanto bacterias patógenas como beneficiosas.

También se ha visto que la mitad de los medicamentos de uso más común, incluyendo los protectores de estómago, los laxantes, los antiácidos, la metformina, las estatinas, los antidepresivos, los ansiolíticos, las sales de hierro y los anticonceptivos orales, pueden alterar tu microbiota intestinal.

Además, existen otros factores que pueden alterar nuestra microbiota intestinal:

– sobrepeso y obesidad

– exposición a contaminantes ambientales

– estrés

– falta de sueño

– sedentarismo

¿Cómo saber si mi hijo tiene disbiosis intestinal?

La disbiosis intestinal puede causar una serie de síntomas que nos hagan sospechar que el pequeño padece este problema:

– Molestias digestivas como diarrea, estreñimiento, hinchazón abdominal, gases, malestar estomacal…

– Intolerancias alimentarias.

– Retención de líquidos.

– Cansancio.

– Trastornos de la piel, como acné y picor continuo.

– Dolor de cabeza y migrañas.

– Infecciones continuas.

Como estos síntomas son muy inespecíficos, la única manera de comprobar si existe disbiosis o no es hacer un análisis de la microbiota para ver si han disminuido las bacterias inmunoprotectoras como los lactobacilos o las encargadas de proteger la barrera intestinal (Ruminococcus, Akkermansia, Faecalibacterium prausnitzii y Roseburia) y han aumentado las bacterias perjudiciales.

Si se confirma, habrá que hacer cambios en la dieta del peque evitando aquellos alimentos que son perjudiciales para la microbiota (azúcares, grasas trans, procesados…) e incluyendo todos aquellos que favorecen las bacterias beneficiosas, como la fibra, las frutas y verduras, alimentos con antioxidantes como las vitaminas A, C y E, el selenio y la quercetina, grasas de buena calidad y, sobre todo, probióticos.

Fuentes:

Blesa Baviera LC. Trastornos digestivos funcionales pediátricos. Criterios Roma IV. En: AEPap (ed.). Curso de Actualización Pediatría 2017. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2017. p. 99-114. https://www.aepap.org/sites/default/files/099-114_criterios_roma_iv.pdf

Petersen C, Round JL. Defining dysbiosis and its influence on host immunity and disease. Cell Microbiol. 2014; 16(7):1024-33. doi: 10.1111/cmi.12308.

Fröhlich EE, Farzi A, Mayerhofer R, Reichmann F, Jačan A, Wagner B, Zinser E, Bordag N, Magnes C, Fröhlich E, Kashofer K, Gorkiewicz G, Holzer P. Cognitive impairment by antibiotic-induced gut dysbiosis: Analysis of gut microbiota-brain communication. Brain Behav Immun. 2016 Aug;56:140-55. doi: 10.1016/j.bbi.2016.02.020.

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